Acapulco, 26 Sep. (Notimex).- Con el rostro cansado y su cuerpo marcado por quemaduras debido a los fuertes rayos del sol, el pescador de 47 años Raymundo Rodríguez Noyola, narró cómo sobrevivió durante una semana sobre una hielera, tras el hundimiento de su lancha debido a la tormenta tropical «Polo».
El pescador Rodríguez Noyola, en entrevista con Notimex, desde su casa ubicada en la colonia alta La laja, recordó su hazaña que le permitió sobrevivir, porque en tenía fe y esperanza de lograrlo.
Durante una semana para poder sobrevivir en el mar, arriba de una hielera señaló que tuvo que saciar su sed con sangre de aves y comer su carne, dijo que ahora “cree más en Dios porque él me salvó”, que nunca tuvo miedo durante su naufragio y una vez que se recupere de las quemaduras espera volver a pescar.
“Yo tenía esperanza de vivir porque veía Acapulco cerquita, su reflejo me quedaba casi encima, yo dije si viene los fuertes vientos de lado sur o suroeste, me va a sacar a tierra”, refirió.
Relató que el domingo 14 de septiembre salió junto con su capitán, Mario Morales Mayo de 69 años de edad a bordo de la lancha “Tiburonero III” a pescar rumbo al punto conocido como Santa Rosa.
No llevaron todo lo necesario en la embarcación dijo, y según su capitán, la tormenta tropical Polo se alejaba hacia Manzanillo, por eso salieron a alta mar. A las 10:00 de la mañana del día 15, luego de haber logrado más de 800 kilos de cazón, regresaban hacia Acapulco, pero de pronto una ola volcó la embarcación.
“Ahí quedamos a seis millas del puerto, traíamos una hielera llena de pescado de cazón, pero la lancha venia pesada y se volteó por el oleaje”, en ese momento Raymundo Rodríguez preguntó a su capitán y amigo desde hace 16 años, qué tenían que hacer, la respuesta que tuvo es nada.
Ante esto, expuso que él no se desesperó, mejor tomó una hielera, con una cubeta le sacó el agua, le puso un tapón de corcho y se metió en ésta; sin embargo, su compañero nadó sin rumbo en medio del fuerte oleaje, por lo que Ramírez le insistió que entrara también en la hielera.
Aunque los dos intentaron permanecer a salvo dentro de la hielera, ésta se volteó y los dos pescadores estuvieron colgados y esperaron a que amaneciera porque ya era de noche y las olas estaban altas; cuando volvieron a intentar subirse de nuevo, sostuvo que ofreció a su capitán carne de la que había consumió pero se negó.
No recuerda ni el día en que estaba, pero dice que fue alrededor de las 13:00 horas cuando su amigo murió debido a la deshidratación, éste permanecía sentado dentro de la hielera y después lo amarró a la embarcación.
La tarde del lunes, el pescador fue rescatado por los tripulantes del velero “U-Fin” a seis millas náuticas al suroeste de la Isla de la Roqueta, donde fue encontrado amarrado a una hielera con quemaduras de segundo grado y severa deshidratación, por lo que fue trasladado al hospital.
El pasado miércoles, alrededor de las 18:30 horas, Raymundo Rodríguez, salió del hospital y fue trasladado a su domicilio en Acapulco, donde permanecerá todavía con medicamentos y en reposo debido a los cuatro kilos que perdió durante el naufragio.
Desde hace 18 años, el superviviente se dedica a la pesca, con lo poco que obtiene del mar mantiene a su familia, aunque reconoció que a veces le va mal y logra sacar mil pesos al año.
Acompañado de su madre Adelaida Noyola Candela y sus dos hermanas, quienes se encargan de su recuperación, pidieron ayuda a las autoridades gubernamentales, porque mientras esté en recuperación no podrá trabajar y por lo tanto recibir ingresos.
Adela Noyola originaria de la comunidad de Punta Maldonado, Oaxaca, expresó que vivió momentos de angustia y desesperación porque a una semana su hijo seguía desaparecido, ella pedía el cuerpo de su hijo o realizarían un entierro falso sino lo encontraban, pero por suerte su hijo sobrevivió.
La búsqueda no fue la adecuada, y sus hermanas señalan que a pesar de que respuesta obtenida por parte de autoridades fue inmediata, los buscaron a 30, 50 y 100 millas, cuando él se encontraba a 6 millas cerca de Acapulco, refirió el náufrago.
Asimismo, manifestó que fue dado de alta ayer del hospital naval y los médicos le informaron que su estado de salud es estable, pero le pidieron mucho reposo, alimentarse bien y tomar abundantes líquidos, así como proteger sus quemaduras en la piel.